martes, 23 de agosto de 2011

Salí del metro y la lluvia era muy fuerte.

Todo iba mal. El metro no avanzaba, porque el torrencial monzón veraniego hacía que las llantas fuesen resbaladizas y peligrosas. 11 minutos de Balderas a Juárez, y los rostros de quienes atiborraban el vagón del metro denotaban una desesperación inconmensurable.

Salí sólo para ver que la lluvia seguiría inundando mi ánimo...

Pero me senté en el piso y me puse a leer, como si estuviera en una biblioteca pública. La gente pasaba frente a mí, con el cansancio a tope mientras yo leía a Roncagliolo escribir sobre un tal Roncagliolo.

Y el paisaje gris se iluminó cuando un muchacho sacó su violín, y se puso a tocarlo justo frente a mí. Dejó de llover, pero en lugar de levantarme del piso e irme, decidí quedarme ahí un rato más a seguir leyendo.

viernes, 19 de agosto de 2011

El mago del lenguaje

Me pregunto ¿qué habrá sido del pasado de un hombre como él, que manejaba a la perfección los adjetivos y subjuntivos mientras hablaba con una velocidad increíble? Me abordó por detrás, y me preguntó si conocía a algún estudiante de la ENAH que estuviera interesado en estudiar nahuatl. Ni tiempo me dio decirle que no, cuando ya estaba a mi lado hablando y parlando y diciéndomeunmontóndecosas.

-El conocimientomanejodominio de otro lenguaje distinto al español, ya sea inglésfrancésalemán siempre te ayudará a incrementaraumentarconsolidar todas tus ideas -me decía-. El problema es que las personas suelen olvidar el mestizaje y sus raíces, y consideran que el mundo occidental es lo que los llevará a un mejor nivel de vida. Todos somos ignorantes, pero hay algunos menos ignorantes que otros. Yo te puedo enseñar la lengua de nuestros ancestros, y no lo hago solamente para obtener una ganancia económica, sino porque amoreconozcoadmiro mis raíces y es importante difundir nuestra verdadera identidad. Si no conoces a nadie interesado yo puedo enseñarte a ti donde quieras y a la hora que quieras, porque aunque puedes estudiar la lengua en otro lugar yo puedo acomodarme a tu horario y si quieres puedo ir a tu biblioteca o a cualquier lugar.

Y yo escuchaba.

-Nos conquistaron y seguimos siendo admiradores de cosas que no son nuestras. El nahuatl es una lengua hermosa que puede morir porque no se valoraapreciaconserva y los que la conocemos debemos rescatarlahablarlaenseñarla y evitar que muera. Tenemos que saberentendercomprender que si dejamos morir una lengua se muere una parte de la mexicanidad, que no todos saben apreciarreconocerentender y se juntan a ver el futbol y gritan ¡Viva México! cuando no saben ni siquiera que nuestros ancestros ya jugaban otro juego de pelota que era sagrado. Por eso quienes nos mandangobiernanordenan se aprovechan de que no hay conocimiento de nuestro pasado y nuestra historia y si no lo saben están fatalmentecondenadosdestinados a sufrir de la pobreza de olvidar el mestizaje.

Y yo miraba sus barbas canas y su sombrero al estilo Iindiana Jones. Los múltiples colguijes en sus manos hacían un poco de ruido mientras manoteaba al hablar. El ritmo al que hablaba era muy rápido, pero el volumen de su voz era bastante mesurado. Calculé que tendría unos 60 años, y que quizá en su juventud fue estudiante de la ENAH, o qué se yo...

- Lo que podemos hacer es que en tus horas libres yo te vaya a buscar a tu facultad o a la biblioteca para que tomes clases una o dos semanas, y luego ya comienzas a pagarme y me recomiendas con tus amigoscompañerosvecinos. Cuando quieras yo estoy aquí en el metro, donde están los teléfonos porque debo hacer una llamada y ahí no es tan caro. De todas formas te puedo esperar y otro día te leo tu carta azteca. Eso te cuesta cincuenta pesos pero no te preocupes si no tienes esa cantidad me puedes dar lo que consideres que vale tu carta azteca. O también puedes decirles a tus amigoscompañerosvecinos que les pueo leer su carta a ellos. De todas formas me voy a quedar a hablar por teléfono aquí ¿Cómo te llamas?

-Karla

-Mucho gusto Karla. Espero piensesconsiderescomentes lo que te digo.

-Disculpe, es que no conozco a nadie interesado y yo no tengo tiempo ahorita porque sobrevivotrabajoestudio, pero si recuerdomeentero de alguien que sí, yo le digocomunicoinformo de esta oportunidad.

-Gracias Karla yo me quedo aquí en estos teléfonos porque son baratos.

-De nada. Adiós!

Me pregunté entonces si este señor manejaría tan bien el nahuatl como el español, y si esa lengua tendría sinónimos suficientes para llenar la boca de este gran personaje, mago de la lengua del colonizador.

[Además me dio curiosidad enterarmesaberconocer, si en nahuatl los desvaríos se escuchan tan bonitos].

lunes, 1 de agosto de 2011

Aprendiendo a llorar.

Es muy fácil regodearse en la tristeza. Yo no suelo llorar, porque las lágrimas me dan sed, pero en ocasiones no puedo evitarlo. Es justo en esos momentos cuando disfruto el lento rodar de una lágrima por mi mejilla, porque su suave caricia me va aclarando la garganta poco a poco.

Mis pestañas mojadas se juntan una con otra creando una capa ocular resistente al mundo exterior; se me nubla la mirada, y es entonces que olvido el origen de mi llanto.

Así, simplemente se escurre el pesar hasta un pañuelo. Por eso es muy fácil regodearse en la tristeza.